He leído bastante estos días de paradigmas de inteligencia artificial, de herramientas virtuales mediante I.A. entre otras cosas y me sorprende que, a pesar de ser simples y toscas, de a poco nuestras herramientas se encaminan a crear vida artificial. Seremos los nuevos Frankenstein, nuevos dioses, nuevos alpha y omega de un mundo cibernético. Nano robots autorreplicantes, inteligencias artificiales, inmortalidad de nuestra mente, que hermosas pueden ser las tecno utopías. ¡Pero tened cuidado! No convirtamos nuestros sueños en tecno-religion, no podemos depositar nuestros sueños en tecnologías mesiánicas. Esa tecnología es hija del hombre, y como tal no podemos adorarla. Son nuestras herramientas, nuestros hijos, nuestras células, pero son NUESTRAS.
pd: Sed bienvenidos nuevos lectores, espero les agrade el espacio que comparto con Amadeus.
Comentarios
De todas formas me parece que la tecnología tiene una limitante, y ésa es humana. La pregunta es si se puede cruzar, gracias o no a nosotros.