AF

• ¿Nos hemos visto antes?
  Ah, si, creo haberte leído.
  ¿Ah,tu también me lees?
  Son mentiras, no creas nada.
  No, tampoco creo lo que leo.
  Ni lo que escucho, ni lo que veo.
  Lo aprendí involuntariamente de ti.
  Bueno, a sido un placer hablar contigo.
  Si si, nos vemos. Tschüss.
  
  
  Sutil es la sonrisa después de esa despedida.
  Al final, como siempre, gane yo. Y para variar no lo planee.

• Arriba siempre sonríen las estrellas, cínicamente son los billones de dientes riendo. Demiurgo omnipresente, siempre lo mismo, el mismo discurso. Las reglas son tan vanas como el olvido. Broma cruel es poner el Leteo en los confines del inframundo, debería estar a las puertas de algún cielo. Ese mismo que enciendo en llamas cada noche que sueño con ella, la que viaja por mares de plata para descansar en su cabello de trigo. Lo mismo de nuevo, el auto corre por las calles sinuosas, alguna vez las recorrí con ojos cerrados, hoy tengo miedo de morir. ¿Por qué? El barco aún no llega al puerto antiguo, debo esperarla. No es de las que escriben mucho, pero lo hace cuando menos lo espero, siempre con una sonrisa, siempre amando la lluvia, y París, y aquellos mensajes secretos cuando eramos inmaduros. Las mareas cambian e inundan Santiago, y pensar que quería volver...
   
• ¿Donde dejé la chequera?
  La perdí, la destruí
  Da igual, esta quemada
  
  
  Has la cola, el día acaba
  La calle cenicienta
  La corbata gris caoba
  
  
  Las balas surcan el otro mundo
  Mientras se enfría el café
  Y el tiempo baila solo desnudo
  
  
  No me importa tu rabia ciega
  Díselo al muro virtual
  Huelo tu muerte siempre negada
  
  
  Allí quedo tu vida vacía
  Sobre tu ego
  Escribes tu drama