M
Hoy,
mientras paseaba a mis perros, medité las palabras que una amiga
ebria me dijo anoche. Que difícil es ser sincero, decir lo que
sientes o piensas es una suerte de suicidio social. Solo a un puñado
de personas puedo decirles (casi) todo lo pienso o siento. Si alguna
vez esas personas se reuniesen y contasen lo que les he dicho podrían
tener toda la película. Que difícil es ser sincero, pero hoy quiero
serlo. Estoy aburridisimo de la vida acá, sobre todo de su gente,
que salvo algunas personas, el resto es una soberana gentuza aburrida,
superficiales y desesperadas por trascender mediante elementos
externos. Pero aún me mantiene de animo el clima, los libros y el
que falte poco tiempo, poco tiempo.
Me
mantiene en vilo una mujer que me da signos extraños, una mujer que
amo, una mujer que por nada quiero perder. Pero me da signos extraños
y me da miedo, y me deja en vilo.
En
las mañanas soy un zombi, apático, aburrido. Solo los libros de la
tarde y los paseos secretos me hacen sentir vivo.
Echo
de menos a mis amigos, casi todos en Santiago, echo de menos esa
gente interesante, entretenida e inteligente.
Como
dije hace mucho tiempo atrás ¿me abre equivocado? Pero es por poco
tiempo, es por poco tiempo. Después viajes y olvidos.
Quede
atrapado en una escena de mi novela, no se como continuarla. Tengo
mil cosas que hacer, mil cosas en la mente y no me nace hacer
ninguna. Quizás una violenta declaración de amor, quizás borrar a
todos esos “amigos” de facebook que no me importan, pero no
quiero dar a esa gentuza tema de conversación.
Mañana
me llegan nuevos libros, unas semanas más de vida.
María,
hoy por hoy me gusta mucho ese nombre.
Sueño
mucho, demasiado tal vez y no quiero despertar.
He
soñado un par de veces con la belga. Ufff, ¿por qué?
Estoy
seguro que en la torre o cerca de ella está el palacio. Estoy seguro
que hay una puerta a la Ciudad. Tanelorn, Cesares, como sea, esta
allí.
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