Ich hoffe zu...
No comparto el pesar por la muerte de
Whitney. No la conocí, salvo por un par de películas y sus
canciones, y no puedo sentir pesar por alguien tan alejado de mi
vida. Tengo otros dolores guardados como para tener algún dejo de
empatía para quien no es más que una imagen en una pantalla.
Anoche murió la madre de una amiga,
hoy en la mañana (Domingo) la llamé y algo le dije. Realmente no
soy bueno para dar condolencias ni consuelo, pero tiendo a empatizar
con su dolor, conociéndola tan bien es imposible no hacerlo.
Entiendo muy bien la muerte y la acepto, lo que me cuesta es darle
una respuesta a aquellos que sufren la pérdida. Siento que cuando
alguien pierde a un ser cercano, pierde parte de su ser, su mundo ya
no es lo que era y por ende esa persona ya no puede vivir la vida que
llevaba; ya no será la que fue. No puedo dar consuelo a alguien que
ya no es lo que era, ni solución al sino que tenemos, que hay; solo
queda el legado de quién se fue, de vivir y ser felices, pues al
final todos nos perdemos entre sonrisas y lagrimas. Ser fiel, simple
y solo ser.
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La canción del día (No One There de
Sentenced) tiene un video muy bonito, ligado a lo que escribí más
arriba, también me recuerda mucho a mi perro Amadeus (el café de la
foto).
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¿Cuan interiorizados estamos de
nuestra propia mortalidad? El hecho que estemos vivos es una lucha
constante contra las probabilidades, y a pesar de nuestra aparente
falta de interés, en el fondo de nuestro ser vivimos esa angustia de
saber que todos los caminos conducen a Roma y la muerte. El tiempo
solo es una medida para llegar a ella.
De izq. a der. Santino, Amadeus y Florencia |
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