Scheiterhaufen

Duerme con extraños sueños, donde Shiva danza para el placer de su Triada. En piras estelares graba su nombre en fuego y vierte su sangre en vino, cual mesías suicida; caníbal de su propia especie. Duerme muerto, mezclado con la tierra donde germina su simiente, esa que nos canta al oído mientras estamos solos. Ángeles son, de alas oníricas, de ojos rasgados y palabras que huelen a incienso de Loto.

Imagen de Gustave Dore

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