Chile, Distopía & Cyberpunk:Parte 3 & Final


El quinto punto habla de la segregación social que se da debido a la desconfianza de los grupos sociales más altos respecto a los más bajos. Desde incluso antes que el nacimiento de Chile como patria independiente, la segregación social era un hecho común. Había barrios más pobres y barrios más ricos. Con los años, el aumento de la brecha económica y de oportunidades, el resentimiento por un lado y el miedo por el otro, esta separación se ha hecho más evidente e incluso física, como por ejemplos barrios amurallados, barreras de entrada, rejas, etc... También esto se refleja en los códigos de vestimenta, peinados, nombres, etc... Este efecto aumenta debido también a la “endogamia” dentro de estos grupos sociales, dado que hay poca movilidad entre ellos (siendo el mayor culpable la falta de una educación equiparable). Esto deriva en una zonificación de los espacios urbanos, donde las clases sociales se agrupan y son totalmente auto suficientes, sin necesidad de salir de su espacio (especialmente en las clases sociales más acaudaladas). Esto es totalmente notable en las grandes urbes chilenas, como Santiago, Concepción o Valparaiso-Viña del Mar. Y lamentablemente esta tónica de segregación cada vez se esta contagiando a otros sectores de Chile donde no era tan marcado. Quizás el peor ejemplo de esta tónica segregacionista sea el veto al paso a gente externa a condominios o grupos habitacionales cerrados.

En relación con el tópico anterior, para resguardar la seguridad de estos complejos suburbanos, se van creando policías privadas. En Chile es un hecho patente desde inicios del 2000 que ha ido aumentando la seguridad privada, partiendo primero con “Seguridad Ciudadana” de manera comunal, y a medida que pasa el tiempo las mismas empresas privadas de seguridad han ido aumentando su personal y el equipo que estos utilizan ha mejorado ostensiblemente. Hoy se ven guardias privados con chalecos tácticos, botas de combate, armas no letales, etc... Y como buenos guardias privados su deber es proteger al cliente de agentes externos. Es decir, son policías, guardias de aquellos de quienes pueden pagarlos. Como decía anteriormente los que iniciaron esto fueron las municipalidades de barrios altos de Santiago (me parece que Las Condes fue la primera) y se han ido extendiendo a otras comunas con recursos. Esto es muy importante, porque solo se han masificado en comunas con recursos, es decir van íntimamente ligada al nivel socio-económico de quienes habitan ese lugar. Asimismo pasa con los guardias de condominios, parcelaciones y un largo etcetera. La calidad de la protección esta directamente relacionada al capital del cliente. Es decir, si quieres vivir en un barrio con tus semejantes, bien protegido, debes tener dinero. Esto crea automáticamente una estratificación, producto del nivel de seguridad (relacionado al poder económico). De facto, desde un punto de vista del protegido vs el agresor, los primeros pasan a ser ciudadanos de primera clase versus los segundos. Es decir, aquel que cuenta con los medios para protegerse, pasa a ser más importante que aquellos de los que se protege. Por ende, para estas nuevas policías privadas, el valor de la vida del protegido esta directamente ligada a su valor económico, y la del agresor no vale nada, dada la carencia de valor en dinero. Por ende las vidas humanas pierden un valor por si mismas, sino que dependen directamente del poder económico.

Este es un tópico clásico del cyberpunk, donde la muerte es algo común en barrios pobres, donde la ley del más fuerte prima sobre “la ley escrita”, lugares donde incluso la policía no interviene. En barrios altos o barrios corporativos, no solo la policía tradicional cuida, sino ademas un ejercito de guardias privados, cuyo único objetivo es proteger a sus patrones. Lamentablemente, como se dijo más arriba, la tendencia (dada la alta ola de violencia producto del descontento social, la desigualdad económica y la casi nula capacidad de upgrade social) es a protegerse por los propios medios, es decir, guardias privados, dada la incapacidad de las policías de hacer sentir segura a la población. O incluso llegando al extremo, una “ley del viejo oeste”, donde simplemente el que cuida de su seguridad es uno mismo, especialmente cuando no tienes los recursos para que alguien lo haga por ti.


Bibliografía recomendada (entre “ ” en español, en cursiva el nombre original):


Brunner, John. “El jinete en la Onda de Shock”
D. Vinge, John. Psion
D. Vinge, John. “La Zarpa del Gato”
Effinger, George Alec. “Cuando Falla la Gravedad”
Effinger, George Alec. “Un fuego en el Sol”
G. Batancourt, John. “Johny Zed” (Johny Zed)
Gibson, William. “Neuromante” (Neuromancer)
Gibson, William. “Conde Zero” (Count Zero)
Gibson, William. “Mona Lisa Acelerada” (Mona Lisa Overdrive)
Gibson, William. “Quemando Cromo” (Burning Chrome)
King, Stephen. “El Fugitivo”
Moreno, Horacio. “Cyberpunk: Más allá de Matrix”
R. Talsorian Games Inc. “Cyberpunk 2020: El juego de rol en un futuro sombrío”
Rucker, Rudy. Software
Rucker, Rudy. Wetware
Spinrad, Norman. Little Heroes
Sterling, Bruce. “El chico artificial”
Sterling, Bruce. “Islas en la Red”
Sterling, Bruce. The Mirrorshades: The Cyberpunk Anthology
Williams, Walter Jon. Hardwired
William, Walter Jon. Voice of the Whirlwind
Varios Autores. “Frankenstein Insólito”
Varios Autores. “Realidad Virtual: Visiones sobre el ciberespacio”

Videografía recomendada

Blade Runner
Max Headroom

Terminator 1, 2, 3, 4

Alien 1,2,3,4

Liquid Sky
Mad Max 1,2,3

Cyborg

Tron

Desafío Total

Robocop 1,2,3
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Tetsuo 1,2

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Kôkaku kidôtai 1,2,3
(aka Ghost in the Shell)

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