Extraños en accelerando


Noches artificiales, danzan luces, llueven palabras. Desperté por el murmullo de la noche, desperté por la vida de un viernes por la noche. Sentí el alcohol, las risas, las luces, bailes frenéticos y vidas sin memoria. Me sentí desplazado a un lugar onírico, ser espectador de mi propio sin sentido proyectado en desconocidos o cuasi conocidos. Al final todo es lo mismo, el mismo piso que caminamos, la misma vereda de arboles que lleva al mismo campo de flores donde finalmente yacen durmiendo la borrachera esos desconocidos sueños que hoy me despertaron mientras bailaban frenéticamente.
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pd: No he tenido tiempo de nada, aún debo muchas cosas por subir como lo de Cyberpunk, espero hacerlo el otro finde (si la caña de bier me deja). Saludos
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Imagen de mi amigo Antonio Salinas

Comentarios

Kathe Steinmetz dijo…
a veces...detenerse y escuchar el murmullo de la noche...un verdadero arte..
Sebastian dijo…
escuchar el Al-Azif a decir de Lovecraft... un arte que se ha ido perdiendo salvo en lo reconditos lugares de nuestra geografia, o de aquellas almas que pueden escapar un rato del reloj