Chile, Distopía & Cyberpunk:Parte 2


El tercer tópico, la globalización, es un hecho que ya lleva 10 años en desarrollo (incluso antes), con la masificación y adelantos en temas comunicacionales. Hoy las comunicaciones son instantáneas y el acceso a la información es casi global. Asimismo el comercio global nos ha hecho totalmente interdependientes de otros. Ambos fenómenos han causado que la homogeneización de las culturas sea algo normal, por eso no nos sorprende que haya comida china, japonesa, hindú u otras en nuestros país. Asimismo la introducción de artículos de moda extranjera es algo normal, y de a poco adoptamos estándares (adaptados a nuestra idiosincrasia obviamente) internacionales en cuanto a vestimenta, comidas, etc... De a poco los códigos de conducta sociales se están estandarizando y también nos sorprenden menos otras culturas más exóticas. También el uso de idiomas (sobre todo el ingles) se hace algo común, incluso la mezcla de idiomas (como el spanglish) es cosa común en el lenguaje de uso diario. Usar extranjerismos es cada vez más común y ya mucho se están introduciendo en la RAE. Esto no debe alarmarnos de per se, dado que es un fenómeno normal (el helenismo es quizás el primer ejemplo de una cultura globalizada), sino lo que argumenta la estética cyberpunk es que la globalización no ocurre solo en torno a medios culturales, sino sonbre todo en torno a las políticas de las grandes corporaciones. Es decir, las organizaciones poderosas (porque detentan el poder económico), son corporaciones supranacionales. Esto hace, primero, que los estados no puedan tener injerencia real sobre las políticas de estas corporaciones, es decir, el control real no lo tienen los estados, superados por la globalización, sino que las corporaciones mundiales. Estas, al existir en el mundo y no en una nación en particular (o mejor dicho al estar en todas las naciones), tiene una accionar parecido a la Internet, donde la información esta repartida por servidores en todo el mundo y desde cualquier parte se puede acceder a ella, y es tan volátil y viral la información, que es imposible para un estado censurarla o controlarla. En resumen de este punto, la globalización no solo afecta los factores culturales, sino además, deja en segundo plano a los Estados que solo sirven para los propósitos de las grandes corporaciones multinacionales, verdaderos detentores del poder.

La contaminación es algo que cada día cobra más importancia, y de hecho es un tema que muchos gobiernos están tomando en su agenda con prioridad. La clásica imagen cyberpunk muestra una noche cuasi eterna producto del smog, grandes centros industriales donde humos y la lluvia ácida son la norma. La basura se acumula en calles, junto con cadáveres y drogas. Chile es un país en proceso de desarrollo, con un gran patrimonio natural, pero que esta en segundo plano respecto al desarrollo. Por ello, a pesar de que en las urbes (dado el hacinamiento) se ve como un problema de salud, en general hay una preocupación mínima por la emisión de contaminantes hacia el medio ambiente. En ciudades como Santiago, Temuco, Concepción o Valparaiso cada vez nos acercamos a las sucias metrópolis de Blade Runner o Mad Max, donde la falta de interés de la gente y su egoísmo hace que no se preocupen del medio donde viven, salvo su metro cuadrado. De a poco Chile se acerca a la estética urbana del Cyberpunk. Quizás el culpable (y que también tiene su atisbo en la literatura cyberpunk), es la noción que impuso la economía de tomar el medio ambiente (la naturaleza en general) como un objeto que produce materias primas y donde a la vez se desechan las materias consumidas. Esto llevado al nivel micro, donde la gente en general se preocupa de consumir, de mantener un estatus (recordemos el clásico moto de Cyberpunk 2020: “la imagen sobre la materia”) y por ende ve el medio ambiente (o lo que queda de él) como un lugar casual, de donde aprovechar de conseguir lo máximo, dando solo desechos. Lamentablemente, nuestro país productor de materias primas vive este concepto al máximo, dado que consumimos indiscriminadamente materias primas devolviendo solo desechos (que más encima son altamente tóxicos). A pesar de que hay una conciencia generalizada, sobre todos en los jóvenes, no prima el “res, non verba”. Hay días incluso que Talcahuano, San Antonio o Santiago no tienen nada que envidiarle a Los Ángeles de Blade Runner o al Londres de Mona Lisa Overdrive.

continuara...

pd: Y de la nada, aparecen flores por doquier...

Imagen: Blade Runner

Comentarios

Kathe Steinmetz dijo…
Leer el libro: "La tierra explota: superpoblación y desarrollo" Giovanni Sartori
Sebastian dijo…
ok! lo buscare ;)
aunque ten en cuenta que esta es una comparacion entre la etetica y transfondo de un genero de ciencia ficcion versus la realidad, sobre todo la realidad de nuestro pais. Y todo nacio divagando mientras caminaba por Provi.

(en la tercera parte y final pondre una bibliografía)