Sapere aude

Entre delirios por la fiebre, el aburrimiento de estar postrado en el mismo lugar durante 48 hrs y el insomnio producido por la tos me puse a revisar mis cuadernos de notas. Cual no seria mi sorpresa al encontrar la transcripción de un sueño que tuve hace tiempo, de hecho justo después de soñar con la niña de dorada mirada...
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Juegas con el humo del cigarrillo, hundes tu cara entre tus brazos. Aún no me dices nada, quizás debería preocuparme, pero me invade la paz de una tarde de otoño. Un domingo algo aburrido por estar enfermo, hasta que llegaste tú totalmente silenciosa. Te veías bella, cabizbaja; no triste, pero si melancólica... como toda esta ciudad en otoño.
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Me recordó a ti. Te veo a ti. Eres tú, mi musa.
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Imagen de Niklas Sundin

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