Cuando te vas lejos


Hoy, cuando te vas lejos,
es como perder la luz del sol.
Me robas tu dulce aliento,
tus claras palabras y juegos,
me dejas otra vez desnudo,
otra vez sin la luz del sol.

Imagino caminar por el frío
contando noches de invierno,
viendo otra vez tu rostro,
viéndote otra vez sonriendo.
Quizás ya me has borrado,
simplemente me has olvidado.

Pensé durante toda la noche
algo que te haga volver,
pero pronto olvide que decir.
Me robaron lo que iba a relucir,
el humo de mis palabras sabias
aquel que se convertiría en tu guia.

Vuelve pronto, no puedo ser
si estas allá lejos, sin ver
tus ojos, tu pecho, tu risa.
Siento el viento del mar,
trae tu promesa lejana
tal vez la más arcana.

-

Imagen: Niklas Sundin

Comentarios

Siesp... dijo…
Éscribió Leonard Cohen (en "La energía de los esclavos") a una amiga suya:

Nunca supe
hasta que te diste media vuelta
para marcharte,
que tenías el más perfecto
de los traseros.
Perdóname por no haberme enamorado
de tu cara ni de tu conversación.

Esa oda es justamente el contrapunto a la poesía de este post. Pero todo gira en torno a lo mismo: el sentimiento hacia algo que se va.

Saludos.
emejota dijo…
Es un poema propio de alguien en la flor de la vida, con las emociones puras y resplandecientes. Un abrazo, me da gusto ver como se sigue sintiendo.
Y Siesp, no seas malo, ¿que me apuesto que te han pasado mas lustros, de esos que restan el lustre inicial de la naturaleza?. No te enfades, que la que escribe ya ande mate perdía.
Un abrazo.