Otto Rahn
Este es uno de esos momentos en que se acaban los misterios, se olvida lo vivido. Este es el momento en que se pone el sol de la ignorancia y se abren los ojos a una noche de estrellas de saber. Se prenden a lo lejos las candelas de la pequeña villa donde crecen pequeñas flores bellas como el rostro de la mujer que amo. Parado en el borde de la muralla del castillo medieval que alguna vez fue refugio de libres pensadores, guerreros de la libertad que sucumbieron bajo el yugo de hombres corruptos que mataban en nombre de dios. Aquí me siento como inmortal, como uno de aquellos perfectos que buscaban la paz con el universo, con ellos mismos y buscaban la luz. ¿Y ahora donde están ellos? Son cenizas en el viento, llevadas lejos, como mensajes de libertad y perfección. Este es el momento en que soy uno con ellos, en que viajo en el tiempo 700 años viendo aquella pequeña villa con sus flores que llaman a la libertad y a morir por ella.
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