Enfermedad y el 3er Día
Una de las cosas que me molestan de estar enfermo, es el rompimiento del contexto. Es como una burbuja de aislamiento en el mar social. Es curioso como al caer enfermo en cama, pierdo contacto con el mundo y con la gente y siento al mejorarme y volver a la normalidad como si llegara de un largo viaje. Es morir en la agonía de la enfermedad para nacer con la convalecencia a un mundo que cambio en esos día que estuvimos lejos. Quizás no es mucho , quizás es demasiado, pero invariablemente el mundo sigue su paso mientras no estábamos allí. Hoy es el tercer día de haber resucitado y aun no encajo de nuevo. Quizás sea porque sigo enfermo (la tos es un elemento distintivo) o quizás porque quiero seguir sintiendo esa novedad, esa inquietud por saber lo que ha pasado. Es curioso: hay amigos que veo cada una semana, o hablamos muy poco, pero hasta que yo no estuve 5 días aislado, que realmente no los sentí lejanos o ausentes. Nunca he recibido visitas mientras estoy enfermo, o muy pocas (de hecho ahora solo recibí el de algunas primas) mientras que yo he visitado a mucha gente enferma. No se, en parte porque no me gusta que me vean demacrado y sucio, indefenso en una cama y en parte porque mis amigos no hacen eso. Sentimientos encontrados.
En fin... era hora que escribiera algo, ¿no?
En fin... era hora que escribiera algo, ¿no?
Comentarios
A mi siempre me ha gustado que me visiten cuando estoy enfermo, como que te da ese derecho de hacer lo que sea, hasta quedarte dormido, y ser respetado. Me gustaba quedarme dormido, ahora significa tener un lapsus, sufrir de una desaparición que tienes que justificar, corresponder y recuperar. La sociedad ha hecho de la enfermedad algo más terrible de lo que debería ser.