Una historia de una noche de primavera

Una noche cualquiera, a las 4:xx am una silueta caminando por San Ignacio (calle de Puerto Varas donde esta el Germania). Un joven, de unos 23 años camina tambaleándose, quizás tomo algunas copas de más. Vestido con unos bototos negros, un jeans azul oscuro, un chaleco militar, una chaqueta de cuero café y guantes negros. Viene escuchando música con audifonos y canturrea algo que podría ser Headhunter de Front 242. Viene fumando un Lucky argentino. Cruza para comenzar a subir por Alfonso Brintrup (la calle). De la nada aparecen de pronto dos espécimenes de cuma flaitongus, animal que ultimamente se ha vuelto muy común por Chile. Uno de estos seres (vestido con zapatillas Naiki infladas, un pantalon rojo 8 tallas más grande, un poleron blanco 9 tallas más grande y un jockey puesto hacia arriba) se acerca y dice algo que se podría traducir como "¿Hermanito, tinis un cigarrito?". El joven sigue derecho solo diciendo "No me jodas". Los pasa y sigue caminando, los seres esos le dicen s fuerte "Yapo, loco, no seai cagado, danos un cigarrito" y el joven les contesta "¡NO!" y sigue su paso. Los indios esos comienzan a seguirlo, y le gritan "Yapo, tonc unas monedas, hermanito". El joven al sentir que se acercan comienza a apretar el paso y les responde "No me jodan, no tengo monedas". Al comenzar a caminar más rápido, los alacalufes esos comienzan a seguirlo más rápido. Al darse cuenta que no tiene opciones (en estado de ebriedad, una contra dos y desarmado) y alentado por los sones de AK 47 de Feinflug el joven se da vuelta y los enfrenta, de manera que no lo ataquen por la espalda. Las bestias esas se abalanzan más rápido sobre el joven, cuando de pronto Deus ex machina aparece un móvil de Carabineros (más conocido como "cuca de los pacos") y los cuma flaitongus paran. El móvil dobla hacia Alfonso Brintrup y pasan lento cerca de la escena. Aprovechando que los indios estaban parados y comenzaban a retroceder "haciéndose los weones" el joven comienza a subir rápidamente la cuesta. Se salvo por poco. Con 10 lucas, 20 dolares, tarjetas bancarias, carnert de identidad, licencia de conducir, un pendrive, celular y chaqueta de cuero era un excelente botín. Una historia 100% real.
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pd: estoy seguro que los dos orejones Dachshund planearon todo. Solo vean sus caras de malvados y corruptos.
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